Define a Dios Su santa ley

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1
Define͜ a Dios Su santa ley,
Su testimonio͜ es en verdad;
Nos muestra nuestro Dios de͜ amor
En Su justicia͜ y santidad.
2
Dios nos exige por Su ley
Que vivamos Su expresión,
Para justificarnos, El,
Y poder darnos bendición.
3
La ley jamás vida dará,
Ni fuerzas suministrará;
Sólo demanda͜ y saca͜ a luz
Nuestra gran incapacidad.
4
No para͜ el plan final de Dios
Fue que se͜ introdujo la ley,
Mas para que el pecador
Su͜ iniquidad pudiera ver.
5
Toda boca se callará
Ya que͜ el pecado͜ es por la ley;
Nos lleva al Cristo de Dios,
Y nos bendice Dios en El.
6
La ley es tipo de Jesús,
Quién es testimonio de Dios;
Expresa El Su santidad
Y Su justicia en amor.
7
Es Cristo͜ el testimonio re͡al,
Quien trae la vida divinal;
Lo que nos demanda la ley
Se puede en͜ El cumplimentar.
8
Es testimonio de Dios, El;
Por quien Dios nos regeneró;
Por El morimos a la ley
Y damos frutos para Dios.
1
Pedro Menéndez

Puerto Rico, United States

Jeremías 31:33 dice: Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, declara Jehová: Pondré Mi ley en sus partes internas, y sobre su corazón la escribiré; y Yo seré su Dios, y ellos serán Mi pueblo.

Hebreos 8:10 dice: Por lo cual, éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré Mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a Mí por pueblo:

En Jeremías 31:33, origen de esta cita, la palabra usada es ley (en singular), mientras que en este versículo es leyes (en plural). Esto demuestra que una sola ley se extiende hasta convertirse en varias. Esta ley es la ley de vida. Cada clase de vida tiene una ley. Cuanto más elevada es la vida, más elevada es su ley. La vida divina que recibimos de Dios es la vida más elevada; por lo tanto, tiene la ley más elevada, la ley a la que se hace referencia aquí. Dios, al impartirnos Su vida divina, pone esta elevada ley en nuestro espíritu, y desde allí se extiende hasta nuestras partes internas, tales como nuestra mente, nuestra parte emotiva y nuestra voluntad, y se convierte en varias leyes. La ley de vida es diferente de la ley de letras. La ley de vida nos regula interiormente y en conformidad con su elemento vital, mientras que la ley de letras nos regula exteriormente y en conformidad con su letra muerta. La ley de letras muertas depende de las enseñanzas externas, pero la ley de vida depende de la consciencia interna. Ya que todos nosotros, grandes O pequeños, tenemos la ley de vida, no necesitamos enseñanzas externas, las cuales concuerdan con la ley de letras.

Primero, Dios nos imparte Sus leyes; luego las escribe sobre nosotros. Él las escribe mientras nosotros experimentamos la ley de vida.

Es según la ley de vida que nosotros somos el pueblo de Dios, y Él es nuestro Dios. La relación que Dios tiene con nosotros hoy se basa completamente en la ley de vida, así que hoy no es necesario que andemos conforme al conocimiento de la ley de letras; debemos más bien andar conforme a la conciencia que tengamos de la ley de vida.

(Hebreos 8:10, notas 1, 3, y 4)