Lejos de aquí morando en las tinieblas

C9917 E917 S413
1
Lejos de͜ aquí morando͜ en las tinieblas
Miles de almas pueden perecer;
¿Quién, quién irá a dar las buenas nuevas,
Confiando͜ en Cristo sin desfallecer?
 
"Todo poder yo recibí,
Todo poder yo recibí,
Id a predicar a todas las naciones
Yo͜ estoy con vosotros siempre".
2
Por todo͜ el mundo hay puertas abiertas,
Con Cristo hoy soldados acudid!
Despierta͜ y ve a predicar rompiendo
Toda cadena del pecado vil.
3
"¿Por qué morir?" la voz de Dios os ruega,
"¿Por qué morir?" digamos a͜ una voz;
¡Cristo murió para salvar de muerte!
Por eso ve͜ y proclama salvación.
2
Un Hermano En: P.R.

United States

El apóstol Pablo proclamó en Romanos 1:16 y 17 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: “Mas el justo por la fe tendrá vida y vivirá”.

Esto significa una fuerza potente que puede abrirse paso a través de cualquier obstáculo. Este poder es el mismo Cristo resucitado, quien es el Espíritu vivificante, y resulta en salvación para todo aquel que cree. Ro 1:162 salvación Salvar a los creyentes no sólo de ser condenados por Dios y de la perdición eterna, sino también de su vida natural y de su yo, para que sean santificados, transformados, y también edificados con otros en un solo Cuerpo, el Cuerpo de Cristo, a fin de que sean Su plenitud y expresión (Ef. 1:23).

En Jn. 3:16 el amor de Dios es la fuente y el motivo de Su salvación. En Ef. 2:5 y 8 la gracia de Dios es el medio por el cual Él efectúa Su salvación. Aquí la justicia de Dios es el poder de Su salvación. La justicia de Dios, la cual es sólida y constante, es el cimiento de Su trono (Sal. 89:14) y la base sobre la cual Su reino es edificado (14:17). Desde una perspectiva legal, tanto el amor como la gracia pueden fluctuar, pero la justicia no, menos aún la justicia de Dios. Es la justicia de Dios, no la nuestra, la que se revela en el evangelio de Dios. Así que, el evangelio es el poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.

Nota 1 de Romanos 1:16 y Nota 1 de Romanos 1:17 de la Versión Recobro (LSM)


Pedro Menéndez

Puerto Rico, United States

En Efesios 1: del 17 al 20 el apóstol Pablo oro: para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el pleno conocimiento de Él, para que, alumbrados los ojos de vuestro corazón, sepáis cuál es la esperanza a que Él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de Su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de Su fuerza, que hizo operar en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a Su diestra en los lugares celestiales,

Según la oración del apóstol, el tercer aspecto que debemos conocer es la supereminente grandeza del poder de Dios para con nosotros. Para nosotros hoy esto es muy subjetivo y lo podemos experimentar. El poder de Dios para con nosotros es sumamente grande. Necesitamos conocerlo y experimentarlo.

La supereminente grandeza del poder de Dios para con nosotros es conforme a la operación del poder de Su fuerza, que Él hizo operar en Cristo. El poder de Dios para con nosotros es el mismo poder que Él hizo operar en Cristo. Cristo es la Cabeza, y nosotros somos el Cuerpo. El Cuerpo participa del poder que opera en la Cabeza.

(Efesios 1:19, notas 1 y 2)