1
Ministrar a Cristo siempre
Es ofrenda para Dios;
Dar Su excedente͜ a otros,
Es servicio de valor.
Es ofrenda para Dios;
Dar Su excedente͜ a otros,
Es servicio de valor.
Ministrar a Cristo siempre
Es ofrenda para Dios;
Dar Su excedente͜ a otros,
Es servicio de valor.
Es ofrenda para Dios;
Dar Su excedente͜ a otros,
Es servicio de valor.
2
Como ofreció Su pueblo el
Excedente de Cana͡an,
Así, algo cosechado
De Jesús, hay que͜ ofrendar.
Excedente de Cana͡an,
Así, algo cosechado
De Jesús, hay que͜ ofrendar.
3
Cristo es la buena tierra
Do tenemos que labrar;
Cosechamos Su͜ excedente
Para darlo͜ a los demás.
Do tenemos que labrar;
Cosechamos Su͜ excedente
Para darlo͜ a los demás.
4
Cada miembro͜ en El creciendo,
Su función ha de cumplir,
Disfrutando͜ así de Cristo,
Cristo͜ al Cuerpo͜ ha de͜ impartir.
Su función ha de cumplir,
Disfrutando͜ así de Cristo,
Cristo͜ al Cuerpo͜ ha de͜ impartir.
5
Comunión y testimonio,
Ministerio,͜ adoración,
Todo debe de ser Cristo,
El servicio para Dios.
Ministerio,͜ adoración,
Todo debe de ser Cristo,
El servicio para Dios.
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MINISTRANDOLE LA COMIDA A DIOS
La santificación que se describe en Exodo 29 en realidad se compone de cuatro pasos. Los primeros tres pasos, O sea, el lavar, el vestir y el satisfacer, se encargaban de la necesidad de los sacerdotes. El cuarto paso, el de ministrar Cristo a Dios como la comida que lo satisfacía, estaba relacionado con la necesidad de Dios. Ser un sacerdote es servir a Dios, es ministrarle Cristo para Su satisfacción. Por lo tanto, ser un sacerdote incluye tres pasos relacionados con los sacerdotes y otro paso relacionado con la satisfacción de Dios. Esto quiere decir que después de que Aarón y sus hijos habían sido lavados, vestidos y satisfechos, todavía no estaban calificados para servir como los sacerdotes. Ellos aún necesitaban las ofrendas con las cuales servirían a Dios, las cuales serían como comida para Dios. Solamente cuando se da este paso la santificación es completada.
Como el pueblo de Dios, todos hemos sido redimidos. Sin embargo, esto no es suficiente para calificarnos para servir a Dios como sacerdotes. Lo más que puede hacer la redención es darnos el derecho y la posición para ser santificados para servir a Dios como sacerdotes. Por tanto, después de la redención, necesitamos la santificación. Esta santificación se compone de cuatro pasos: ser lavados, ser vestidos, ser satisfechos y servirle la comida a Dios.
Estudio-Vida de Éxodo
Capitulo 141 (LSM)