1
¡Oh, qué piedad! Al verdadero Dios vi,
¡Feliz de pasar de͜ oscuridad a luz!
¡Qué gracia ser gratuitamente salvo,
No hay que͜ obrar ni͜ en nuestras fuerzas confiar!
¡Feliz de pasar de͜ oscuridad a luz!
¡Qué gracia ser gratuitamente salvo,
No hay que͜ obrar ni͜ en nuestras fuerzas confiar!
2
Señor, acuérdate de mi familia,
Sus pecados ya llevaste a la cruz,
Cumple͜ este día Tu promesa dada;
“En Cristo cree; tu casa salva será“.
Sus pecados ya llevaste a la cruz,
Cumple͜ este día Tu promesa dada;
“En Cristo cree; tu casa salva será“.
3
¡Gana Señor, te ruego,͜ a mi familia!
En mi corazón arde͜ este voto͜ a Ti:
“¡Mi casa͜ y yo, al Señor serviremos!”
¡Load a Dios! Sólo͜ El es viviente͜ y real.
En mi corazón arde͜ este voto͜ a Ti:
“¡Mi casa͜ y yo, al Señor serviremos!”
¡Load a Dios! Sólo͜ El es viviente͜ y real.
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Hechos 16: del 23 al 33 dice:
Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Hacia la medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos de alabanza a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. El carcelero entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró ante Pablo y Silas; y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la palabra de Dios a él y a todos los que estaban en su casa. Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.
Nos indica que la familia del creyente es una unidad completa para la salvación de Dios, tal como en los casos de: la familia de Noé (Gn. 7:1), las familias que participaron de la pascua (Éx. 12:3-4), la familia de Rahab la ramera (Jos. 2:18-19), la familia de Zaqueo (Lc. 19:9), la familia de Cornelio (11:14), la familia de Lidia (v. 15), la familia del carcelero en este caso y la familia de Crispo en 18:8.
Nota 1 de Hechos 16:31 de la
Versión Recobro (LSM)
México, Cdmx
¡aOh, qué Piedad! Al Verdadero Dios vi,
¡Feliz de pasar de oscuridad a luz!
2a Co 4:6 Porque el mismo Dios que dijo: De las tinieblas resplandecerá la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para la iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
Señor acuérdate de mi familia,
Sus pecados ya llevaste a la cruz,
Bendito Eres Cordero de Dios que quito el pecado Jn1:29. Simiente única que lo Es todo.
Beso Tu Cruz Fil 2:5-8 Y hallado en Su porte exterior como hombre, se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Cumple este día Tu promesa dada;
“En Cristo cree; tu casa salva será “
Gana Señor, te ruego, a mi familia!
En mi corazón arde este voto a Ti
¡Mi casa y yo, al Señor serviremos! ”
¡Load a Dios! Sólo El es viviente y real.
AMÉN, AMÉN, AMÉN!!!
Dios Mío!!! , Dios Mío!!!