1
Siembra en el alba, siembra͜ al mediodía,
Siembra en la noche, el amor de Dios.
Con el tiempo llega abundante siega;
Vendremos gozosos recogiendo͜ el haz.
Siembra en la noche, el amor de Dios.
Con el tiempo llega abundante siega;
Vendremos gozosos recogiendo͜ el haz.
Recogiendo͜ el haz, recogiendo͜ el haz,
Vendremos gozosos recogiendo͜ el haz;
Recogiendo͜ el haz, recogiendo͜ el haz,
Vendremos gozosos recogiendo͜ el haz.
Vendremos gozosos recogiendo͜ el haz;
Recogiendo͜ el haz, recogiendo͜ el haz,
Vendremos gozosos recogiendo͜ el haz.
2
Siembra bajó͜ el sol y siembra en la sombra,
Sin temer las nubes, ni frío͜ invernal.
Pronto cuando͜ acabe la faena͜ y siega,
Vendremos gozosos recogiendo͜ el haz.
Sin temer las nubes, ni frío͜ invernal.
Pronto cuando͜ acabe la faena͜ y siega,
Vendremos gozosos recogiendo͜ el haz.
3
A pesar de penas y de aflicciones
A la siembra vamos, por nuestro Señor.
Cuando pase͜ el lloro, El dará͜ acogida;
Vendremos gozosos recogiendo͜ el haz.
A la siembra vamos, por nuestro Señor.
Cuando pase͜ el lloro, El dará͜ acogida;
Vendremos gozosos recogiendo͜ el haz.
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La meta de Dios es el desarrollo pleno del reino de Dios:
En los Evangelios tenemos la siembra de la semilla, el gen, del reino. Mr. 4:3, 14; Mt. 9:35.
En los Hechos tenemos la propagación y extensión de esta siembra por medio de miles de sembradores que habían recibido la semilla, el gen, del reino. 6:7; 12:24; 19:20.
En las Epístolas vemos el crecimiento de la semilla, el gen, del reino. 1 Co. 3:6, 9b; 2 P. 1:3-11.
La cosecha de esta semilla se halla en el libro de Apocalipsis con la siega de las primicias y la cosecha. 14:4, 15-16; Mr. 4:29; Mt. 13:39.
El reino milenario será el pleno desarrollo de la semilla, el gen, del reino con el Hijo como Rey y todos los vencedores como Sus correyes, el "pueblo que tiene el gen del reino". Ap. 20:4, 6.
La Nueva Jerusalén, el reino eterno de Dios, es el desarrollo más pleno de la semilla, el gen, del reino sembrada por Jesús el nazareno en los cuatro Evangelios. Ap. 21:2; 22:1, 3, 5b.
Sacado del avivamiento matutino: Vivir en la realidad del reino de Dios
Páginas 138 y 139 (LSM)