Mirad cuán bueno y delicioso es

C622* E855 G855 K622 P391 R583 S368 T855
1
¡Mirad cuán bueno y delicioso͜ es,
Que guarden los hermanos la͜ unidad!
La bendición allí envia a Jehová,
La bendición de vida eternal.
2
Banquete del Señor disfruto hoy,
Pruebo Su rica gracia y͜ el amor;
Por los hermanos en tal comunión,
Vendrá͜ ese día de͜ eternal reunión.
1
Pedro Menéndez

P.R., United States

El Salmos 133: del 1 al 3 dice:

¡Mirad cuán bueno y cuán agradable es habitar los hermanos en unidad!

Es como el aceite fino sobre la cabeza, el cual descendió sobre la barba, la barba de Aarón, que bajó hasta el borde de sus vestiduras;

como el rocío del Hermón que descendió sobre los montes de Sion. Porque allí ordenó Jehová la bendición: la vida para siempre.

El salmo 133 es la alabanza que, al subir a Sion, ofrece un santo con respecto a la bendición ordenada por Jehová para los hermanos que habitan en unidad. Cuando Sion es edificada y Dios reposa allí y mora en Jerusalén, tal como se describe en el salmo 132, tenemos un lugar donde podemos reunirnos y donde podemos morar juntos en unidad. ¡Cuán bueno y agradable es esto!

En este salmo, el que los creyentes habitasen en unidad es comparado a la bondad inestimable del precioso ungüento sobre la cabeza de Aarón y a lo incalculablemente agradable que es el rocío de Hermón sobre los montes de Sion.

La unidad de la que se habla aquí es un cuadro de la unidad genuina presentada en el Nuevo Testamento. Esta unidad es el Dios Triuno procesado y consumado que se mezcla con los creyentes en Cristo (Jn. 17:21-23). Puesto que el Cuerpo de Cristo es tal mezcla (Ef. 4:4-6), el Cuerpo en sí es la unidad. Según el cuadro presentado en este salmo, la unidad genuina está constituida por el ungüento que se propaga y por el rocío que desciende con miras a la edificación gradual del Cuerpo de Cristo en la impartición divina de la Trinidad Divina.

Notas 1, 2 y 3 del versículo uno de la versión Recobro (LSM)