Es la iglesia tan gloriosa, parte de ella somos ya

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1
Es la͜ iglesia tan gloriosa, parte de͜ ella somos ya;
Qué felices, el Señor ya nos unió!
En el universo͜ un Cuerpo hay y somos parte de͜ él,
¡Aleluya, el Señor ya nos unió!
 
¡Aleluya, por el Cuerpo!
¡Somos miembros en el Cuerpo!
¡Totalmente para͜ el Cuerpo!
¡Aleluya, el Señor ya nos unió!
2
No cristianos solitarios, mas corpóre͡a entidad,
Ahora Dios la quiere para Su͜ expresión;
No iglesias separadas, mas un Cuerpo corporal,
¡Aleluya, en el Cuerpo͜ estamos ya!
 
¡Aleluya, por el Cuerpo!
¡Satanás le teme͜ al Cuerpo!
¡Victoriosos en el Cuerpo!
¡Aleluya, en el Cuerpo͜ estamos ya!
3
Siete candeleros de͜ oro, de sustancia divinal,
Nada natural el Cuerpo͜ aceptará;
Al participar de Dios el candelero brillará,
¡Aleluya, qué brillante͜ el Cuerpo͜ está!
 
¡Aleluya, por el Cuerpo!
¡Candeleros de Su Cuerpo!
¡Brilla͜ el oro en el Cuerpo!
¡Aleluya, qué brillante͜ el Cuerpo͜ está!
4
¡Cómo vamos a͜ expresar la unidad y͜ así brillar?
¡Aleluya, a Jesús hay que comer!
Cristo͜ el árbol de la vida, el maná͜ y la cena es,
¡Aleluya, cada día͜ a El comer!
 
¡Somos uno al comerle!
¡Y divinos al comerle!
¡Brillaremos al comerle!
¡Aleluya, a Jesús hay que comer!
3
Pedro Menéndez

P.R., United States

Permítanme darles otro ejemplo de cómo no debemos jamás conformarnos con lo que hemos logrado captar. En Juan 6:57 el Señor dice: “El que me come, él también vivirá por causa de Mí”. En varios himnos contenidos en nuestro himnario hablamos de que “el camino consiste en comer”. Tenemos que preguntarnos, ¿cómo comemos? ¿Cómo comemos a Jesús? En mis escritos solamente les he dado un poco de información al respecto. Puesto que no les he dado una definición adecuada en cuanto a la manera de comer a Jesús, ustedes deberían profundizar en este tema. Para comprender cabalmente este tema, ustedes tienen que tener en cuenta todo el contexto de Juan 6:57. En el versículo 63 el Señor dice: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida”. Esto indica que comer a Jesús es recibirle como vida. Esto coincide con el principio subyacente respecto al comer. Comer consiste en recibir nutrientes orgánicos en nuestro ser para que estos lleguen a ser nuestra vida misma. Así pues, comer es ingerir nuestro suministro de vida. Hay quienes dicen que es una herejía decir que las personas pueden comer a Jesús. Sin embargo, la Biblia nos dice que debemos comer a Jesús.

Tenemos que darnos cuenta de que al hablar de comer a Jesús hacemos uso de una figura retórica. Lo que queremos decir es que nuestra necesidad consiste en que Jesús sea nuestro suministro de vida, por lo cual le recibimos en nuestro ser como suministro de vida de la misma manera en que ingerimos nuestros alimentos. El Señor se vale del pan para ejemplificar que Él es el suministro de vida cuando nos dice que Él es el pan de vida (Jn. 6:48). Nosotros comemos del pan al recibirlo en el interior de nuestro cuerpo orgánico, al digerirlo para que llegue a formar parte de nuestra corriente sanguínea y de las fibras y tejidos que componen nuestro cuerpo. Por tanto, comer a Jesús es recibirle en nuestro ser. Él es el Espíritu, y el Espíritu está en la Palabra, de tal modo que tenemos que ingerir Su Palabra ejercitando nuestro espíritu. Es entonces cuando recibimos el Espíritu en la Palabra. Éste es Jesús que llega a ser nuestro suministro interno de vida. Esto nos muestra cómo es que comemos a Jesús.

El capítulo 6 de Juan también hace referencia a la muerte del Señor, es decir, al hecho de que Él fue inmolado. El versículo 54 dice que podemos beber de Su sangre y que podemos comer de Su carne. Aquí, la carne y la sangre son mencionadas por separado. Cuando la sangre está separada de la carne, esto indica muerte. Esto nos permite ver en mayor profundidad cómo es que comemos a Jesús. Comer a Jesús significa recibir al Cristo crucificado y resucitado mediante Su Palabra al ejercitar nuestro espíritu para recibir al Espíritu vivificante como nuestro suministro de vida.

Sacado del: Entrenamiento para ancianos, libro tres capitulo 3 (LSM)


Hna. Gabriela Menez López

Ciudad De Mexico, Localidad Del Valle, Mexico

Es la iglesia tam gloriosa, parte de ella somos ya; ¡Que felices, el Señor ya nos unió! En el Universo un Cuerpo hay y somos parte de él, ¡Aleluya, el Señor ya nos unió! Bendito Eres por Tu Sangre Preciosa; gracias que con ella compraste Tu Iglesia. Gracias por Tu obediencia al Padre! Fil 2:6-8 el cual no existiendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse. ¡Aleluya, por el Cuerpo! ¡ Satanás le teme al Cuerpo! Victoriosos en el Cuerpo!! Aleluya, el el Cuerpo estamos ya! Siete candeleros de oro, de sustancia divinal, nada natural el Cuerpo aceptará; Al participar de Dios el candelero brillará, ¡Aleluya, que brillanté el Cuerpo está! Exo 25:31 Harás además un candelero de oro puro, Labrado a martillo se hará el candelero, su base y su caña; sus copas, sus cálices y sus capullos serán de una sola pieza con él. Apo 1:11- 12 Escribe en un rollo lo que ves, y envíalo a las siete iglesias: a Efeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira a Sardis, a Filadelfia y a Lodicea. Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro. Cómo vamos a expresar la unidad y así brillar!! Comamos del árbol de la vida, el cual está en el Paraíso de Dios!!!!


Juan Matamoros

Zacatelco, Tlaxcala, Mexico

¡Al participar de Dios el candelero brillará!

¡Llévanos a tener un candelero Brillante!