Nuestro Dios vive; di: “¡Aleluya!”

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1
Nuestro Dios vive; di: “!Aleluya!”
Vive͜ en nosotros; di: “!Aleluya!”
De Sus riquezas
Participamos,
Prueba y ve, di: “!Oh Señor!”
2
Siempre͜ al reunirnos como familia
Su͜ Espíritu͜ hace que seamos uno,
Un Cuerpo vivo,
Para͜ expresarle,
Cristo es nuestra re͡alidad.
3
En las iglesias, Dios nos satura
Con las riquezas de Sus grosuras.
Llevando͜ a Cristo
A cada pueblo,
Esta nación verá͜ a Jesús.
1
Pedro Menéndez

Bayamon, Puerto Rico

Nuestro disfrute del Cristo-Cuerpo es la razón por la que cantamos: “Nos reunimos; no hay nada mejor” (Himno, #286). Reunirnos como el Cristo-Cuerpo es mejor que esperar un cielo que está muy lejos y en el futuro. En la iglesia nos reunimos aquí y ahora. No hay nada mejor que esto, porque en ningún otro lugar podemos disfrutar del Cristo-Cuerpo. Si nos quedamos en casa, podemos disfrutar de Cristo como nuestro poder, sabiduría u otros elementos, pero para disfrutar del Cristo-Cuerpo, debemos estar en la iglesia. Podemos perdernos muchas otras cosas, pero no debemos perdernos una reunión de la iglesia. Es en la iglesia donde estamos en posición de beber del Cristo-Cuerpo, el Cristo que es el Espíritu vivificante en el Cuerpo. No hay otro lugar para beber del Cristo-Cuerpo sino en la reunión de la iglesia. Incluso en las reuniones de las iglesias locales no disfrutamos de Cristo tanto como lo hacemos en las conferencias de las iglesias. En las reuniones de la conferencia disfrutamos de un Cristo-Cuerpo aún mayor. Por lo tanto, vale la pena pagar el precio para asistir a las conferencias. No podemos obtener tal disfrute en ningún otro lugar. ¡Aleluya, en la iglesia disfrutamos del Cristo-Cuerpo!

Sacado de: El disfrute de Cristo para el cuerpo en 1ra de Corintios capítul